North Point Cast; Entrevista #009 Parkour
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Aquí encontrarás las versiones redactadas de cada episodio: todo lo que se habló, sin perder el rollo ni los detalles.
Continuamos con el sexto capítulo con David, Daniel y Paco hablando de Parkour.
Fausto: Muy bien, pues hoy vamos a hablar de parkour, un deporte urbano por excelencia, aunque como he hablado antes, puede tener un origen mucho más primitivo, mucho más animal, pero que se ha desarrollado en el mundo urbano y tenemos como invitados pues a tres personas practicantes de parkour y que se nos van a presentar en estos momentos. Empezamos por ti.
David: Hola, mi nombre es David Ortiz Ruiz, soy de México, soy licenciado en Educación Física, director de la Academia de Gimnasia Artística y Parkour Natural Gym, técnico del Estado de Michoacán de Parkour y actualmente uno de los entrenadores de la Selección Mexicana de Parkour.
Paco: Hola, yo soy José Francisco Aguilar García, me conocen más como Paco Parkour, soy atleta de parkour, seleccionado mexicano y pertenezco a la rama de velocidad en las competencias de parkour. Soy de Ver Máslia, del Estado de Michoacán y estamos de paso por Barcelona.
Daniel: ¿Me toca, no?
Fausto: Yo diría.
Daniel: Soy Daniel Rodríguez, también conocido como El Gallego, soy atleta desde hace 16 años en esta disciplina y a día de hoy pues organizo todos los eventos a nivel nacional, en la calle y en gimnasios, y también no solo de parkour sino de cama elástica y deportes urbanos pero sin ruedas.
Fausto: Muy bien, pues yo soy Fausto Ramírez, fundador de Northway, enamorado de la cultura urbana y tenía ganas de conocer un poquito más profundamente el mundo del parkour y hoy pues se nos ha puesto la oportunidad. Por eso vamos a hablar con ellos tres y nos van a explicar pues origen, evolución, circunstancias, características del mundo parkour y por ese motivo nos vemos hoy aquí.
¿Qué haces tú por Barcelona? ¿Has dicho qué? Hace como si estuviera obligado a hacer eso.
Daniel: No, esto pues empezó un poco con un evento que se hace aquí anualmente a nivel de Cataluña y nadie lo iba a hacer y yo estaba quejándome mucho y un compañero me dijo: “Deja de quejarte, hombre, y hazlo tú”. Y nada, empecé a organizarlo, cada vez puse más actividades y demás, creé como un formato nuevo y a día de hoy pues me han llamado de bastantes zonas de España y no solo estamos en Barcelona sino en Madrid, Valencia, etc. y en muchos sitios.
Fausto: Muy bien, y vuestra evolución en el mundo del parkour, ¿cuál ha ido siendo? Digamos, él parece ser que aunque sea deportista desde hace años, hasta hace dos días no empezó a hacer actividades y a organizar. Pero vosotros tenéis tiempo, tú practicando y tú ejerciendo también como entrenador.
David: Pues en su tiempo también practiqué, hace 16 años aproximadamente. Yo empecé porque estaba jugando un jueguito en un cibercafé de computadora, estaba jugando un juego de Pokémon y el dueño del ciber puso un video que se llamaba “Ninja Urbano” y era un chico que traía un pasamontañas y ropa negra brincando en edificios, la verdad desconozco de dónde. Yo me fui emocionadísimo y alucinado diciendo “yo quiero hacer eso”. Entonces ahí fue mi primer acercamiento, busqué en internet unos tutoriales de los ejercicios y ahí me puse a intentar en casa y fue como empezó.
En ese entonces en Ver Máslia, que es de donde somos, había como seis personas que lo practicaban apenas y pues me tocó ser de la primera generación de ahí y durante los años lo fui practicando. Llegó un momento en el que me tocó pues volverme un adulto responsable, horrible por cierto, y tuve que elegir entre “¿me dedico a seguir entrenando o tengo que buscar la forma de ganarme la vida?” y fue que me volví entrenador después.
Bueno, aparte de que estudié para ser maestro de deportes, de educación física y así.
Fausto: Muy bien, y de Ver Máslia a Barcelona, ¿a qué se debe? ¿Y cómo lo lleváis? Tuvimos la oportunidad de caer en el gimnasio.
David: Primero, pues sin que los papás se dieran cuenta, empecé a enseñar a uno de mis alumnos. Este fue como de… ya no estaba compitiendo en gimnasia artística varonil y le dije: “Se llama Felipe y Felipe te va a enseñar unos ejercicios que yo hacía cuando entrenaba”. Entonces me puse a enseñarle pero no queríamos que su mamá supiera porque se enojaba, porque en ese tiempo no era muy bien visto allá en Ver Máslia. Lo asociaban con una actividad de quizá de vagos o algo así.
Entonces fue como escondidas y poco a poco el chavito fue avanzando, se volvió muy bueno y ahora es medallista de plata del mundial de Japón del año pasado. Luego ahí conocí a Paco también en el gimnasio junto con un grupo de parkour de ahí de Ver Máslia. Empezaron a ir a entrenar y platicando con Paco le decía que estaría padre buscar la forma de salir a competencias y pues las cosas se fueron dando.
Fuimos a un nacional, en la competencia nacional sobresalió mucho Paco, se le ofreció la oportunidad… mentira, de ahí nos fuimos a un selectivo, a otra competencia que fue un selectivo para venir justamente a la competencia que vinimos este año, a la de Montpellier, y fue seleccionado desde ese entonces para venir y pues ya a partir de… ha de tener que, dos, tres años que empezamos a trabajar ya como en forma en eso.
Pues gracias a Paco y gracias a Felipe es que el parkour evolucionó muchísimo más de lo que ya había crecido ahí en Ver Máslia y son los primeros representantes de nuestro estado que logran salir así. Pero sí, se lo ganaron a pulso, a dedicación y esfuerzo.
Daniel: Aclarar que la competición de Montpellier es la competición mundial hecha por la federación mundial. Ha aparecido como “sí, la competición de Montpellier”, pero aquí con los representantes de México.
David: La Copa del Mundo de Montpellier no es exactamente el mundial, el mundial es una competición aparte, pero sí es una Copa del Mundo, entonces sí tiene participación de todo el globo.
Paco: Es así como sería la Copa del Mundo de la FIFA.
Daniel: Sí, realmente los que van ya ganando estos años puntúan para las olimpiadas.
Paco: La FISE es de camino a las olimpiadas. Esa es la idea, la idea es que se haga un deporte olímpico el parkour. Para esto se tiene que asentar, madurar un poquito más en cuanto a sus bases competitivas, porque el parkour, recordemos, tiene una rama competitiva y otra rama no competitiva. Entonces en lo que concierne a la rama competitiva se tiene que madurar un poquito, se tienen que establecer muchas cosas antes de que llegue a ser olímpico.
Fausto: ¿Hay más representantes de México que han venido a Montpellier o solamente han venido de vuestro estado?
David: No, sí, sí hay más. Este año me parece que fueron 8, 3 chicos y 5 chicas en esta competencia, pero 15 días antes hubo otra Copa del Mundo en Ámsterdam y ahí también fueron como unos 3, 4 chicos y unas 4 chicas, aprox. Y el año pasado que venimos también eran en total como 8, pero sí son como unos 8 o 9 quizás los que representan a México. Algunos en estilo libre, que es el freestyle, y otros en speed, ya depende de la especialidad de cada atleta o incluso algunos participan en las dos.
Fausto: ¿Cómo veis el parkour de aquí a 10 años tanto en México como a nivel internacional, como tú en España? ¿Qué visión tenéis o os gustaría? Comenzamos por ahí.
David: Siempre comienzan conmigo. Yo lo veo llegando a ser un deporte olímpico, espero que las cosas se vayan dando para que se logre y pues últimamente ha agarrado mucha fuerza, ya tiene muchísimos más participantes en sus eventos y atletas en general ya hay muchos más.
También en 10 años espero que la cantidad de chicas que practiquen parkour sea ya muy igualada a la cantidad de chicos porque actualmente son más chicos que chicas, pero yo creo que, para cómo va la cosa, sí va a llegar un momento en el que sean tanto hombres como mujeres en cantidades casi iguales los que puedan estar participando en este deporte.
También lo veo ya como un deporte completamente consolidado en sus códigos de puntuación, pues en todo prácticamente, porque ahorita sigue en evolución, cada año se sigue haciendo cierta adecuación o algo para que sea cada vez más formal, digámoslo así, pero sí.
Fausto: Y Paco, ¿tú cómo te ves? ¿Cómo te gustaría verte?
Paco: A mí me gustaría ver al parkour tanto en su modo competitivo como en su modalidad de cultura como algo ya establecido, algo ya más maduro, algo que, desde uno que empieza, tenga estas y estas opciones y, claro, que se vaya por la rama que se vaya, que sea una práctica segura, una práctica que le pueda dar también, digamos, si quiere ser atleta, que le pueda dar para comer, para vivir de eso. Si quiere vivir de la parte recreativa también, que sea también una actividad económica, una actividad por salud también.
Yo quiero que los valores iniciales del parkour como disciplina prevalezcan a través de las generaciones, que es esto de la competencia: “ok, puedo tener un ranking mundial”, pero la competencia siempre ha sido desde el enfoque individual, la competencia contra las limitaciones mentales y físicas de uno mismo y esto, a la vez, que nos ayude a crecer como persona y a la vez como comunidad, que nos permita seguir compartiendo movimientos, experiencias, buenos ratos, recreación, comunidad, familia que tenemos en todos lados del mundo gracias a que nos une este amor, esta pasión por el movimiento.
Personalmente, como atleta, me gustaría saber cuál es mi máximo potencial, conocerlo y explotarlo, ya sea a través de competencias o a reality shows que requieran habilidades de parkour o a través de retos personales que yo mismo me esté poniendo, cumplirlos todos y pues, ahora sí, que cuando me toque retirarme del parkour me vaya sabiendo que lo intenté todo y con esa satisfacción de que a lo mejor voy a dejar una semilla para las futuras generaciones.
Fausto: ¿Y tú?
Daniel: Pues primero, qué bien habláis, chicos. Lo segundo, a mí me gustaría también que fuera en esa línea y me gustaría ver el parkour como un poco más profesionalizado, que la gente sí que se pueda dedicar a ello, que es un poco en lo que estamos nosotros con nuestra asociación.
Y creo que, por lo menos en España, se acabará implementando en sistemas de educación, porque en países más del norte de Europa sí que está implementado mucho en la educación, y creo que tirará un poco más a evolución por el lado de la salud. Y las competiciones pues yo también espero que haya una equidad entre chicos y chicas, que la verdad que no había pensado, pero así es como me gustaría que estuviera dentro de unos años.
Y a ti, Fausto, desde un punto de vista más externo.
Fausto: Bueno, pues yo deseo verlo como un deporte que crezca, que se consolide, que tenga bastantes más usuarios y que ya tenga carta de naturaleza propia. Es decir, como todo, empiezan siendo algo que irrumpe por una necesidad contestataria, de romper normas y demás, tiene un crecimiento, luego se tiene que adaptar a unas normas y lo que deseamos es que sea, como todo deporte, una actividad que genere bienestar, que genere empatía entre las personas que lo practican, que genere comunidad y que aporte beneficios a la salud de los practicantes, que no se nos rompan muchos.
Y ya está, es lo que deseamos. Como en todo, hay que tener precaución porque no dejáis de hacer un deporte con un cierto riesgo.
Daniel: Sí, la calle está dura. Respirar es arriesgar a veces.
David: De hecho se lastimó a propósito cuando sabía que veníamos. Yo tengo el vídeo.
Fausto: Hay muchas de esas cosas que dices “hostia…”, porque siempre está el padre que dice “no”, basta que el padre diga que no, para que tú digas “ah, pues sí, ahora voy y lo hago”.
Daniel: Sí, las prohibiciones siempre son…
Fausto: Son un estímulo.
Daniel: Son atractivas. Ahora que comentas eso del padre, creo que uno de los puntos buenos de que ahora el parkour se ha federado es justo eso.
David: Anteriormente, hace rato platicaban de las chicas, de qué tan común es que haya chicas en parkour. Cuando yo entrenaba hace 15, 16 años, había una en el equipo en Ver Máslia y al mes se iba porque todo el mundo quería coquetear con ella. Era como de “wow, una mujer”.
Entonces terminaban orillándola y ahorita, afortunadamente, hay muchas niñas que están entrando al parkour. Entonces yo creo que eso es como uno de los puntos más importantes porque antes no se veía. Antes era rarísimo que una chica entrara y que durara.
Y ahorita sí hay bastantes niñas. Incluso la última competencia que fuimos en México, una en Querétaro, el número yo creo que era un 60% niños y 40% niñas. Entonces ya eran muchas niñas.
Fausto: Claro, claro. Es que es una muestra de cambio de tiempo. Los tiempos cambian. Entonces la chica ya no es el florero ni es la chica rara. Globalmente lo asumimos como chicas que tenemos el mismo derecho que vosotras a pegar patadas o a subirnos por un muro o a estar en el gimnasio.
Daniel: También creo que, aparte de ese factor, un poco que se ha normalizado. Al final la gente ya no tiene el parkour como tanta delincuencia, pero cuando empezamos, gente que se subía a un edificio o algo así… La parte transgresora es la que da lugar a que a lo mejor tú dijeras una vez “parkour”.
Fausto: Porque la pregunta es, ¿parkour por qué?
Paco: A mí me emocionó mucho la conexión…
Fausto: ¿Parkour?
Paco: Sí. Es parkour, lo sepáis. Soy Paco Parkour. ¿Parkour por qué?
Me emocionó mucho la conexión que sentí directamente con cómo me sentía haciendo esa actividad. Entonces para mí, de repente, las casas, o bueno, los muros, las bancas, cualquier estructura, dejaban de ser simplemente una pared, una plataforma, y empezaban a ser como un parque de diversiones para el tipo de visión que estaba desarrollando.
Entonces, a través de eso, yo me sentía libre, de alguna manera sí juzgado, porque las personas de repente pasaban y veían y decían “¿qué está haciendo?, ¿cuáles son sus intenciones?”. Y yo simplemente quería desahogar toda mi energía en esos obstáculos, en esas paredes, imaginando movimientos diferentes.
Fausto: O sea, ¿tú no empezaste a estar sobre una pared porque te enfadaste un día y dijiste “no quiero estar con vosotros, me subo a un árbol”?
Paco: No, meramente fue por la parte de explorar, de conocer esa nueva perspectiva que se me había abierto gracias a todos los vídeos que veía en internet. Entonces siempre fui siendo consciente de ese punto donde decía “bueno, ellos son profesionales, saben hacerlo, pero yo que estoy chiquito, estoy empezando, pues cosas de mi medida”. Una motivación.
Fausto: Te he hecho el comentario de que no es que te enfadaras y te subieras a un árbol, porque no sé si vosotros lo conocéis, pero he visto un libro que se llama El barón rampante, de Italo Calvino, que es la vida de un chico que se enfada con su padre y, como se enfada y no quiere estar con él, decide subirse a un árbol.
Y no se baja del árbol en su vida. Y va viviendo de árbol a árbol, porque entonces la naturaleza de las ciudades permitía que lo verde se extendiera. Y el motivo del libro es que el chico no se baja en su vida de un árbol porque va pasando de un país a otro, caminando entre los árboles, o sea, haciendo parkour.
Entonces, ahí lo tenéis. Es esa parte que a veces hemos comentado contigo, de que el parkour es una cosa muy natural en lo humano, ¿no? O sea, somos medio gatos, medio monos, nos obligan, somos bípedos con dos pies en el suelo, pero las manos, todo lo vale para desplazarnos, ¿no?
Daniel: Creo que es como la disciplina más natural, de hecho. No porque yo lo practique, pero sí, ¿no? Es como de pequeños: gateamos, escalamos. Y todos creo que aquí nos hemos subido a algún banco y a algún árbol. Tiramos piedras, tiramos manzanas, lo que sea.
Fausto: Es un acercamiento a la naturaleza también. Las personas que viven en un entorno urbano, como tú has dicho, hacen del parkour, no deja de ser un camino de liberación entre los niños.
Así es. Bueno, cuando empezáis a practicar parkour, ¿cuál es la evolución hasta llegar a la parte técnica, como la que ya se está viviendo, la que he vivido con David? O sea, vuestra presencia aquí se debe a que habéis estado en la FISE hace unos días. La FISE es una competición internacional de muchos deportes, digamos, urbanos. O sea, habéis venido desde México, aquí, a participar. ¿Cuál ha sido vuestro resumen de experiencia?
Paco: Vaya, pues, de que empecé hasta que fue la parte técnica, yo me iba guiando por objetivos en movimientos. Por decir, se me antojaba hacer una mortal adelante para impresionar a una chica, entonces lo hacía, ¿no? Y fue pura fe y me salió bien, por suerte. Entonces me gustó la sensación que tuve en ese momento, no tanto ya por la chica, sino por el movimiento en sí.
Y luego dije “bueno, a ver, ¿qué sigue?”. Entonces iba escalando de movimiento en movimiento y llega un punto donde, pues ya por la habilidad natural, ya no da para hacer más. Entonces ahí es donde tuve que llevar una preparación física, porque a pesar de que intentaba algunos movimientos ya más difíciles, ya habían lesiones por no tener esa preparación física.
Así que, poco a poco, me fui preparando sin saberlo como atleta hasta llegar a un punto donde me dijeron “ve a una competencia”, y fui, me fue bien. Entonces me gustó también la sensación de exigirme a mí mismo bajo un entorno de presión, de no saber cómo es esa pista donde voy, porque era en otro lugar, hay que viajar ya para empezar a competir. Entonces uno tiene que ir físicamente y mentalmente más preparado.
Fausto: Hasta aquí me gusta que es importante este paso de “soy un niño que tengo un reto, que quiero impresionar, que descubro algo, lo disfruto” a la que estáis ahora, que estáis con David, preparador, entrenador, en alguna manera estáis federados, practicáis un deporte que ya está federado, ha pasado la etapa de transgresión en la calle y está en ese punto medio donde tiene una parte que es free totalmente, otra parte que ya es técnica, que es, en alguna manera, analista, que es competitiva también y, a su vez, también que le da un carácter y una formalidad muy vinculada con la gimnasia.
¿Cuál es el marco en el que se mueve el parkour, David? El marco, digamos, dentro del mundo de las federaciones, ¿no? Es una pregunta complicada.
David: Pero pues, más bien, primero retomando un poquito la pregunta que le hicieron a Paco, ya ahorita dentro de eso, creo que la mayoría de los atletas que hacen parkour empezaron por sentirse libres y hasta cierto punto por rebeldía, porque el parkour te permite hacer lo que en casa no. En casa es “bájate de ahí, no te trepes, no corras, no…”. Y en parkour, podemos.
¿Cómo empezó? Entonces, lo que éramos, yo creo que la mayoría de los atletas de parkour actuales y los de hace mucho tiempo, empezaron por esa parte de “quiero hacer lo que en casa no me dejan” y por sentirte con esa libertad, ¿no?
Entonces creo que ahí se empieza y, ya luego, cuando empiezas a trabajarlo un poquito más, te das cuenta de que lo que haces tú solo no es suficiente porque tienes un límite muy cercano. Pero ya cuando buscas un grupo de amigos con quien practicar, una persona que se dedique a enseñarlo o algo, te abre un camino nuevo y puedes llegar a profesionalizarte en algún momento.
Pero sí, inicialmente, creo que la mayoría empieza por esa necesidad de sentirse libre y esa característica que tenemos los humanos de rebelarnos a algunas cosas, de ser un poquito rebeldes.
Fausto: Y de conseguir retos.
David: Ah, sí.
Fausto: De marcar los retos. “Sí, ¿a que no puedes? A que sí, a que lo consigo”.
Daniel: Es un poco adictivo también el parkour porque, como son siempre pequeñitas metas, es dopamina, dopamina, conseguir retos, tachar los retos.
David: Y de lo que preguntabas, de cómo es esto de las federaciones y así, pues creo que aún está un poquito complicada la cosa porque, como hace rato platicábamos, muchos atletas de parkour aún solemos tener cierta resistencia al seguir ese tipo de indicaciones, de programas, de reglas, cosas así.
Entonces creo que es como una pequeña batalla constante entre: “tiene sus pros, pero tiene sus contras”. Y es estar como “jalo aquí, aflojo acá, sí me gusta mucho cómo se está haciendo, no me gusta mucho cómo se está haciendo”.
Entonces, creo que es como una pequeña batalla que va a seguir durante un tiempo hasta que haya un acuerdo bien entre los practicantes de parkour y las personas que están como que moviendo esta parte de creando los programas nacionales, de poniendo las reglas en las competiciones, los códigos de puntos.
Porque siempre va a haber a quien no le guste algo y a quien sí le guste. Siempre habrá quien diga “es que el código de puntos actual siento que favorece muchísimo la acrobacia y eso lo acerca mucho a la gimnasia, pero no favorece el movimiento como más emblemático del parkour, que en sus momentos eran los gatos, los dash, los speed”. O sea, los utilizamos como elementos de conexión, pero realmente no tienen un valor muy alto.
Y el hecho de que favorezca tanto a la gimnasia, pues al final pasa que ves rondas de freestyle en donde pareciera que es pura gimnasia o pareciera que es pura acrobacia. Siempre va a haber quien diga “no me está gustando cómo va la cosa” y el siguiente año se van a modificar unas cosas y puede que sí.
Fausto: Está marcado dentro de la federación de gimnasia, tanto en México como en España como en otros muchos países. Por lo cual habrá que flexibilizar que cada lugar, que esta federación dé cabida a las visiones que tiene el parkour. Viene de la rigidez normativa que puede aplicarse a la gimnasia y tendrá que convivir y flexibilizarse también.
Daniel: Sí, un poco el origen del parkour se criticaba mucho a la gente que competía, porque si yo intento superarle a él y me voy a la calle, que todo está duro, seguramente me haga daño. Pero si yo me supero a mí mismo, cada día me llevará una pequeña victoria.
Entonces, al inicio, cuando se empezaron a hacer las competiciones, iba mucho de la gente que era muy de la comunidad y a lo mejor se ponía a competir, le pagaban el viaje y todo y luego salía con la camiseta “Anticompetición” y tal. Y sí que hay un poco eso, pero yo creo que poco a poco se va mezclando. La gente que está por la competición intenta mantener esos valores, pero ahí está, poquito a poco.
Fausto: Bueno, pero será algo similar a lo que pasa con todos los deportes, como con el skate, como con el BMX; lo que es parque y lo que es estar en la calle. Acaban conviviendo. Hay quien vuelca más en uno y quien vuelca más en otro.
Hay quien disfruta de la competición porque te permite también técnicamente hacer un desarrollo y quien dice “déjame, que voy a mi bola”.
Daniel: Es un poco lo que decíamos antes, ¿no? Como el parkour como deporte o como expresión corporal.
Paco: Yo creo que aquí, un poquito la particularidad de esta resistencia que hay de parte de la comunidad es que el parkour mundialmente no se está rigiendo a sí mismo. Yo, como atleta que empecé en la calle, siento que me está rigiendo la gimnasia como federación mundial y no el parkour como federación internacional o mundial.
Entonces siento que ahí, el no sentir que es un deporte independiente en sí mismo, porque hasta antes de la FISE no habían habido problemas por competencias que organizaba la misma comunidad. Entonces sí estaba abierto a los atletas que quieren superarse a sí mismos y a los atletas que también les gusta la emoción de participar en una competencia.
Fausto: Bueno, también ocurre que no es un deporte, entre comillas, como actividad, tan antiguo como los seres humanos, ¿sabes? Pero como deporte es reciente, ¿qué podemos decir? ¿15 años, 20 años, más o menos, desde que empieza en la calle?
Daniel: Desde el 97 se empezó a constituir bien.
Fausto: Entonces, claro, poco a poco tenía que hacerse un hueco. Si era estar bajo el amparo de la Federación de Gimnasia, en la medida que haya más usuarios, más practicantes, crezca la masa, digamos, de personas que son parkour, como todo, harán su vida aparte, si eso corresponde, si no tiene que estar bajo el paraguas de otra entidad mayor y tendrá que convivir con las normas y con las reglas, hasta que no tenga las suyas propias.
David: Justamente.
Fausto: ¿Los jueces cómo hacen para juzgar en el mundo del parkour? ¿Cómo…? ¿Los jueces qué criterios tienen para juzgar? ¿Cómo se juzga?
David: Pues primero tienen que tomar ciertos cursos que los capacitan para eso y cada año se están haciendo modificaciones a algunos detallitos quizá que van cambiando. Pues como en todas las actividades, ¿no? Cada cierto tiempo se reevalúa si debe seguir de esa forma o cambiar algún código de puntos, si algún ejercicio tiene más valor o menos, cosas así.
Pero en sí tienen que tomar cursos de capacitación en los cuales se les enseña qué es lo que tienen que ver, qué es lo que tienen que calificar, penalizar en caso de. Pero al final es un deporte, hasta cierto punto, de apreciación.
Salvo en speed, pues obviamente hay un cronómetro. Hay un cronómetro que en speed dice cuándo sales, cuándo llegas; el que haga menor tiempo gana. Ahí los jueces están obviamente observando que no salgas de las líneas permitidas, que sí pases por los checkpoints, cosas así. Y ese se puede decir que es un trabajo relativamente sencillo porque no está tan complicado de hacer.
Sin embargo, para los de freestyle, pues la tienen un poco más difícil porque hay jueces de ejecución y jueces de dificultad. Entonces el panel de jueces son como 6–8 jueces para evaluar al atleta que pasa. Hay un líder de esos jueces que es el que tiene cierta autoridad un poquito mayor.
Sin embargo, por ejemplo, si a mí me toca calificar la dificultad, yo tengo que ver qué elementos hizo y de esos tomar los elementos de mayor valor —según yo son 3— para sacar una puntuación. Y, suponiendo que Paco es juez de ejecución, él tiene que ver toda la parte de los errores técnicos y cosas así.
Entonces, en ejecución puede sacar, no sé, los 15 puntos. Normalmente sacan, depende del atleta, unos 9, 10, 11, 12… depende de qué tan limpia, qué tan fluida, qué tan estética fue su ronda, la calidad de sus aterrizajes, todo eso.
Y el juez de dificultad es el que valora los elementos que le dan esa puntuación en dificultad y al final se hace como una sumatoria. Suponiendo que en dificultad haya metido tres elementos de valor de 4 o 4.5 puntos y al final le dé en dificultad 12.5, en dificultad tiene esa calificación.
Y en ejecución, si fue una ronda sucia, si fue una ronda con tropiezos, con una que otra caída, puede que en ejecución lo penalicen bastante y termine con un 6. Entonces eso, el 12.5 más ese 6, suma una calificación total que es la que saca el atleta.
Y de esa forma hay quienes pueden sacar una buena calificación por tener una dificultad bastante elevada, pero hay otras personas que dicen “quizá no es tan elevada la dificultad, pero la ejecución es muy impecable”. Entonces está tan bien que saca 14 puntos en ejecución y quizá tenía solo 7 en dificultad, pero 14 y 7 da más que los 12.5 de dificultad que podría tener con un 6 de ejecución.
Fausto: ¿La creatividad tiene calidad en una competición?
David: Sí, una de las cosas curiosas es que cuando tú vas a una competencia no sabes cómo va a estar el circuito. O sea, tú llegas y, por ejemplo en speed, no es el mismo el de este año que el del año pasado. Aunque sigue siendo una línea recta que de ida y vuelta suman alrededor de 100 metros, la altura de los obstáculos, la distribución de ellos, el ancho, todo varía.
Y tú tienes que ir preparado para lo que te pongan. Entonces, obviamente, tienes un día de entrenamiento, uno o dos días —depende de la competición— en los cuales puedes estar viendo cuáles serían las mejores formas de pasar esos obstáculos.
Y en el caso de freestyle es todavía más complicado porque tú puedes decir: “yo, ya sea en el gimnasio, ya sea en el área donde yo entreno, preparo ciertos elementos, pero si llego y, por ejemplo, la salida doble mortal en barra, la hago en una barra que mide 2,50 metros, pero en la competición la barra más alta tiene 2,30 metros, dices ‘uy, esos 20 centímetros se sacan yo’”.
Entonces tienes que idear qué elementos son los más efectivos y adecuados para lograr un buen puntaje y que puedas realizar de la mejor forma. Porque no es lo mismo hacerlo en una barra más alta que en una más baja.
Igual, no sé, un triple cork, un triple giro, para el que no lo entienda. No es lo mismo tirarlo de una altura de 80 centímetros a un metro veinte. Mientras más altura tienes, más tiempo para el giro. Pero también la caída, la recepción, es más fuerte.
Entonces, si yo no lo he trabajado a una altura en la cual está el lugar ideal para hacerlo en la competencia, quizás no es buena idea hacerlo. Entonces, en base a todas las herramientas que tengo, es decir, todas las acrobacias que domino, los movimientos, los saltos, los balanceos, las salidas, todo eso, yo tengo que estudiar el espacio y decidir: “creo que la mejor opción es meter tal elemento aquí, que me da tantos puntos; tal elemento allá, que me da tantos puntos; y tal elemento allá, que me da tantos puntos”.
De conexiones, puedo hacer esto para que se vea bien, para que se vea fluido, para que se vea bonito, para que no se corte el flow. Entonces, llegas, te presentas al lugar de la competencia y analizas “¿qué puedo y no puedo hacer? ¿Qué me conviene? ¿Qué me da más puntos? ¿Arriesgo o no arriesgo?”.
Porque pasa mucho eso, que hay gente que arriesga demasiado y al final la acrobacia no salió y perjudica. Entonces, tienes que pensarle de inicio a fin cómo va a ser tu ronda y generalmente es estudiarla.
Llegas, lo ves, grabas quizá la zona, tomas fotos y cuando llegas al hotel o llegas a donde te vas a quedar a dormir, es estar analizando: “ok, en base a lo que sé, ¿qué puedo hacer?, ¿qué me conviene hacer?, ¿quizá hacer un triple full?, pero es mucho riesgo…”.
Entonces ahí es en donde entra esta parte de análisis y creatividad: cómo vas a hacer tu ronda para que te dé una puntuación bastante buena.
Fausto: No es como otros deportes, por ejemplo el skate o la gimnasia rítmica, que aquí ya sabes qué espacio tienes y las rondas las tienes más que estudiadas, más que analizadas, más que preparadas.
Aquí te ves obligado en cuestión de horas a adaptarte. Lo que tengas es la capacidad de los ejercicios que tengas pensados, adaptarlos a las circunstancias y a las dimensiones.
Daniel: Sí, los hábitats de que te cambien 10 centímetros es un gran problema para una persona.
David: Incluso muchas veces pasa en el ancho de los tubos, el grosor. Por ejemplo, no es lo mismo agarrar aquí que agarrar algo en donde sí tienes más. Hay quienes se acostumbran más a un agarre más grueso o más cerrado, depende del ejercicio que van a hacer.
Y en competencias nacionales, al menos en México, no sabes a qué te vas a enfrentar. A veces llegas a tubos que están súper “lubanosos” (resbaladizos), llegas a superficies de caída que son de concreto, otras veces de madera. Entonces también tienes que tener en cuenta el impacto, qué tanto daño te puede hacer a tus articulaciones si no lo caes bien.
Yo, por ejemplo, con mis alumnos, cuando vamos a competir, siempre busco la parte más segura. Digo: “en el gimnasio hacemos esto, pero en esta competición el piso es concreto. Si fallas, te ven el núcleo”.
Entonces, a veces prefiero limitar un poquito esa parte, sacrificar dificultad por seguridad, pero si fuera una superficie diferente o si fuera una barra diferente, sí le permitiría hacerlo. Por ese lado, sí es complicado porque dices “rayos, te tienes que adaptar”. Yo creo que es eso: adaptación.
Adaptación al 100% y rápida.
Daniel: De hecho, el año pasado, el Galván —¿puede ser?— que en la competición de la FISE, que venía representando a México, tenía una ronda preparada de mucha exigencia y haciendo un gainer creo que se astilló la tibia, ¿no? Algo así.
David: Sí, sí.
Paco: Esa fractura fue hace dos años, ¿no?
Daniel: Hace dos años.
Paco: Hace dos años. No sé si de tibia o peroné o ambos, pero sí que intentó un elemento a mayor altura, no sé si era de lo que estaba acostumbrado o simplemente la emoción le ganó y metió más potencia de la necesaria.
Daniel: Es que creo que quería meterle mucha exigencia, creo. Yo no hablo por nadie. Y tenía una rampa. Donde hacía monkey gainer, o sea, donde ponía las manos y hacía un back desplazando hacia adelante, era una rampa.
Pero no, si es un muro, tú caes. Tienes que irte más hacia adelante y, aparte, la exigencia de la ronda que tenía. Tenía desde la barra, salía hacia un mortal hacia atrás con un tirabuzón y luego uno normal. De ahí empezaba a enlazar más trucos de tal exigencia y al final es eso, ¿no? Salirte un poco de 5 o 10 centímetros es algo bastante peligroso.
Fausto: Pero no es una cosa que la repito de modo constante. Tengo que adaptarme e improvisar. Mentalmente tengo que reprocesar todo.
David: Incluso la superficie de apoyo no es lo mismo cuando es áspera, cuando es lisa, cuando es 30 centímetros a cuando es 20 centímetros. Entonces, sin mencionar nombres más bien, sin ejemplos generales, es algo que se ve muy comúnmente, que hay atletas que dices “domina ese ejercicio” y en la competencia falló.
Y entonces uno se pregunta “¿por qué?, ¿qué pasó?”. Yo creo que en ese caso mi trabajo o el trabajo de los entrenadores es analizar qué es lo que no está saliendo. Porque muchas veces uno… lo más fácil es pensar “es porque la barra es diferente, porque la superficie es diferente, porque no está acostumbrado a eso”.
Pero muchas veces el problema viene de aquí (la cabeza). Porque uno puede decir: “físicamente estás súper preparado”. Pero cuando tú compites no es lo mismo que cuando entrenas.
Cuando tú entrenas, entrenas en unas condiciones controladas, se puede decir, en donde tú emocionalmente estás bien y psicológicamente estás perfecto. Entonces puedes dar el 100 de ti, puedes dar un buen trabajo.
Pero en una competencia tienes el estrés, tienes presión, adrenalina, ansiedad. O sea, se te hace un revoltijo de emociones y de sensaciones que van a terminar afectando a tu rendimiento. A veces para bien, a veces para mal. Hay personas que en competencia crecen, en competencia son muy fuertes, porque saben cómo lidiar y cómo controlar ese tipo de emociones.
Pero hay otras personas a las que les afecta mucho. Que en una competencia pueden sentirse inseguros, pueden sentir esa presión de “es que vengo a representar a mi país y tengo que hacer un buen trabajo”. Y uno dirá “solo ignóralo”: no se puede ignorar.
Entonces muchas veces sientes que traes el mundo encima, que dices “mis papás se esforzaron mucho para apoyarme, para que yo llegue aquí”. La gente, por ejemplo, a nosotros nos ha tocado salir a pedir dinero en la calle: “oye, vamos a ir a una competencia internacional, ¿nos puedes regalar una moneda?”. Y dices “traigo la presión de que toda esa gente cree en mí, toda esa gente me apoyó”.
Y cuando no has trabajado esta parte un poquito más mental, te puede afectar de formas horribles. Por eso, en este caso, de algunos atletas —digo, prefiero no hacer mención de alguno específico—, pero muchos atletas que han tenido algunas fallas en competiciones, que dices “wow, esa falla no me imaginé que la tuviera porque domina ese ejercicio”, suele ser por ese tipo de cosas, que tú dices “acá en el cuerpo lo controlo, pero acá en la cabeza una cosita que se te mueva te deshace tu mundo”.
Entonces creo que es una parte que hay que trabajar también más con los atletas en general: la parte de la motivación, la psicología, con una persona profesional que te ayude al manejo de emociones para que no nos ocurra.
Fausto: ¿Cómo se combina ese espíritu inicial, que es “quiero ser libre, quiero rebelarme, quiero ir a mi bola”, con acabar sometido a la disciplina? Que es prácticamente como la otra cara, lo blanco y lo negro. ¿Cómo se combinan ambas cosas? En esencia, “no, lo que me gusta porque quiero hacer algo diferente, porque me quiero rebelar y, a su vez, luego me tengo que someter a una disciplina porque me debo a lo que se espera de mí, al entorno, la situación, el padre, etc.”. ¿Cómo se combina eso? “Quiero estar free, estoy obligado”.
Paco: Yo creo que en ese sentido me ha empujado mucho a conocer mi límite físico y mental. Porque justamente uno de mis objetivos tal vez no sea ser el mejor del mundo, aunque en el camino, si eso se atraviesa, estaría perfecto. Pero mi objetivo es realmente conocer todo mi potencial antes de que pase mi etapa competitiva, cuando el cuerpo empieza a decaer.
Entonces no quiero que eso pase sin yo haber conocido cuánto es lo máximo que salto, cuánto es lo máximo que soporto una caída, ese tipo de vivencias que yo sí quiero tener. Entonces el ser atleta, el tener un cuerpo más preparado, una mente más experimentada en este tipo de eventos y también en eventos de la comunidad.
Porque al menos yo tengo la oportunidad de poder asistir a eventos federados y no federados. Entonces eso me da la libertad de decidir: “bueno, de esta sección del año me voy a preparar para un evento federado. El resto del año puedo ya sea entrenar, competir, vagar un poquito, explorar otros estilos”.
Y eso justamente es lo que, al menos en mi caso personal, se ajusta a mi línea: quiero conocer mi máximo potencial. Entonces la competencia es una manera muy buena de empujar ese límite.
Fausto: Pues cualquiera de esos dos aspectos es muy importante, manejarlos bien. El de “voy a mi bola y voy a ver hasta dónde llego”. Si uno es consciente de que todo tiene un fin y todo tiene un techo, está bien.
David: Respondiendo a tu pregunta de cómo se combina eso, yo creo que principalmente tiene que ver con el enfoque. Por ejemplo, si yo veo que para llegar a mi objetivo tengo que someterme, yo cambiaría la palabra “someterme”. Yo diría “comprometerme”. Yo diría “esforzarme”. Pero en el momento en que yo lo veo como “me tengo que someter”, ya es una sensación negativa.
Fausto: Por acentuar las circunstancias. Tienes otra visión, evidentemente.
David: Yo creo que tiene que ver con cómo vemos las cosas. Por ejemplo, hay una frase que me gusta mucho que dice: “Para llegar a donde nadie ha llegado, vas a tener que hacer lo que nadie ha hecho”. Y hay otra que dice: “Para empezar a tener resultados diferentes, tienes que actuar diferente”.
Una de las cosas que yo muchas veces platico con algunos alumnos, algunos conocidos que son deportistas, es que no es casualidad que el mejor atleta en X disciplina tenga este tipo de cuerpo o tenga este tipo de alimentación. A veces, para llegar a donde uno quiere llegar, es importante cambiar algunos hábitos que pueden ser no muy buenos para nosotros.
Sea mala alimentación, malos descansos, sean quizás vicios. Muchas veces creo que uno es eso, el enfoque; y otro, tener objetivos bien claros.
Por ejemplo, si yo digo “mi objetivo es ganar una medalla en el mundial”, tengo que entender que quizá mi situación actual no me lo va a permitir, porque mientras yo esté descansando, haciéndome pato, jugando, comiendo mal, en otra parte del mundo va a haber una persona dispuesta a hacer otras cosas más adecuadas para ese objetivo.
Entonces ahí es donde uno dice: “no es que me tenga que someter a esto, sino que me quiero comprometer a mejorar mi alimentación para poder tener un rendimiento energético mejor; igual, me quiero comprometer a visitar al psicólogo una vez al mes para aprender a trabajar esa parte de la motivación, de las emociones, de entender que no toda la vida puedes estar motivado y tienes que aprender a ser disciplinado; me quiero comprometer a empezar a visitar un fisioterapeuta, aunque no esté lastimado, porque la fisioterapia, a mi parecer, debe ser preventiva, no debe ser una vez que ya me lastimé”.
Entonces yo buscaría ese tipo de cosas, de decir: “si quiero llegar a este resultado, tengo que ver todos los pasos que hay para llegar. Y si hay algo de lo que actualmente estoy haciendo que no favorece mi avance hacia ese objetivo, entonces quizá deba aprender a modificarlo un poco”.
Pero el aprender a modificar ese tipo de actitudes, de comportamientos, de hábitos, no necesariamente tiene que ser visto como algo malo, como un sometimiento, como una obligación, sino como un facilitador para llegar al destino que quieres.
Entonces, yo creo que lo primero es cambiar ese enfoque. A mí si me dicen “someter”, me imagino que alguien me trae con una correa, me imagino que alguien me está golpeando…
Fausto: O sea, someter en cuanto a las normas, las restricciones y demás. Muy interesante tu explicación, tu pedagogía, explicándolo.
Se trata de buscar ese tipo de cosas. Hay quien dice “hostia, ¿qué significa esto?, ¿no puedo ir a mi bola?, me están sometiendo”. La explicación es esa.
Paco: Yo te puedo dar una más rápida, entre la competición y esto. Una es por gusto y otra por dinero.
Fausto: A David le encanta extenderse, ¿eh?
David: Mucho, mucho.
Daniel: Está bien, está bien. No creo que sea por gusto y por dinero.
Paco: No, no, hablo a título personal. Es simplificado, fíjate. Yo hablo a título personal. Y no me parece mal que haya competiciones, porque sí que es verdad que hay gente que viene desde mi generación o de generaciones de arriba, que lleva tantos años como yo, y sí que tienen las competiciones prohibidas, no les gusta, por el tipo de origen del parkour y demás.
Yo creo que sí que hay que notar la evolución. O sea, significa que vienen empresas, que hay intereses, que crecemos, que hay variaciones, etc. Lo que pasa es que yo lo único que quiero diferenciar es que el parkour no es eso. O sea, me parece genial que haya competiciones, pero no venimos de ahí. O sea, vete a competir, vete a hacer lo que quieras, pero ten en cuenta que tenemos una disciplina, tenemos una filosofía, etc.
Y que no pasa nada porque compitas. Nadie te va a escupir en un ojo ni te va a hacer la zancadilla por la calle. Pero mira bien de dónde venimos.
David: Pero si nos vamos a eso, todos los deportes vienen igual. O sea, todos los deportes iniciaron de una forma parecida, sea por mero gusto, por un estilo de vida. Y lo queramos o no, cuando un deporte crece, una actividad crece, pues lamentablemente también se va haciendo de esta otra forma.
No creo que sea malo porque creo que tiene muchos puntos buenos, pero creo que es como una evolución normal en los deportes en general y en las actividades en general. Mientras más gente lo practique, más interesados va a haber en meterse a ese mundo de las formas que sea.
Y hasta cierto punto está bien, porque anteriormente nadie conocía el parkour. Ahora, gracias a que hay personas interesadas en esto, se hacen competiciones como la de la FISE, porque obviamente no es gratis. Pero gracias a eso es un evento internacional. Gracias a eso llegó a un mundial.
Y si las cosas van bien, posiblemente si el parkour está vendiendo —que suena feo quizá— va a llegar a las olimpiadas. Entonces, mientras más gente consuma el parkour, más posibilidad de que este deporte crezca va a haber.
Entonces, a veces suena como agridulce porque dices “oye, esta parte de que va a haber personas interesadas en la parte económica y así, pues quizá no nos gusta del todo”, pero para bien del deporte creo que puede ser bastante bueno.
Daniel: Si tú te quieres profesionalizar y quieres cobrar de ahí, tu deporte tiene que generar dinero. Sabes lo que hay.
Fausto: Todo lo puedes vivir desde muchos ángulos distintos. Está el atleta que corre y compite para estar en las olimpiadas y está un grupo de personas que salen a pasear corriendo o a hacer una mini maratón entre un grupo de colegas, como las que pueden hacerse en cualquier ciudad en medio del año, donde es la satisfacción de estar con otras personas haciendo 5 kilómetros por lo que sea.
Es lo mismo. Son atletas, están corriendo, pero con espíritus muy distintos.
Daniel: Sí, pero tú no crees que para profesionalizar un deporte, por ejemplo, sí tienen que haber empresas de fuera. O sea, tiene que llegar a generar un dinero. Porque sí que es verdad que, claro, el parkour que yo digo de antaño, pues serás, yo qué sé, serás oficinista, serás dependiente de una tienda, pero poder llegar a dedicarte a eso pues es muy difícil, ¿sabes?, sin que vengan empresas de fuera, sin que vengan grandes competiciones, que es feo.
Que yo que vengo de la calle y que me encanta la creatividad y que cada uno salga a hacer lo suyo sin tener unos estándares, pero es así.
Fausto: Bueno, pero la industria del parkour en definitiva no es tan grande. Es decir, se va a limitar a unas zapatillas como mucho y a unas instalaciones. No es una industria que atraiga a muchos tiburones para tener un gran negocio como puede ser el fútbol, como puede ser… porque tiene muchos espectadores.
O sea, va a requerir apoyos, pero deben ser apoyos institucionales fundamentalmente. Es que una empresa, en el mundo del parkour, un poco pueda aportarse a lo que es un esfuerzo genérico de un evento, que se realice el evento en sí, como si es parkour, como si es otro. Pero no es que técnicamente, qué sé yo, una carrera de motos para empresas que se dedican a construir neumáticos o que se dedican a construir lubricantes, que sí que tienen ahí su fuente, su vehículo.
En el parkour, fuera de las zapatillas, poca cosa más.
Daniel: Es que ahí iba yo un poco, como que el parkour tiene muy poco consumidor, pero mucho practicante. Entonces, es verdad que no hay tantas empresas de consumidores, pero como practicantes se vende mucho como salud.
El parkour no competitivo se vende mucho como salud, como movilidad para gente más mayor, para niños más pequeños, para gente con movilidad reducida, etc. Entonces, sí que hay unas ciertas empresas; lo que pasa es que han tardado muchísimo más que si tuviera una gran expectación.
Si hubiera muy pocos practicantes, hace tiempo que hubiese llegado a las televisiones, pero a día de hoy empiezan a llegar interesados en eso, en fisioterapia, gente que lo quiere adaptar. Hay gente que hace parkour en sus instalaciones pero te lo venden como movilidad. Entonces hay mucho producto de servicios.
Fausto: Bueno, un módulo son instalaciones públicas, por ejemplo. Es divertido, porque también la puedes practicar de por libre. Por ejemplo, hay instalaciones en un paseo, en el lugar donde digas “mira, aquí tienes ejercicios”. Y es cosa tuya cómo te lo compliques, ¿no?
Así es.
Fausto: ¿Qué visión tienes del parkour desde afuera? Es divertido. Y es arriesgado, y es emocionante. La otra, la parte técnica, la parte de disciplina, la parte en la que tu cuerpo está más flexible, es la que da lugar a que aparezca cuando empiezas a practicar. Pero lo divertido es la infantil, la que yo tengo en la edad de niño, la que me quiero subir al árbol.
Por cierto, hablando de niño, ¿cómo está la presencia de gente joven en el parkour? Porque tú comentas con 13–14 años, que es cuando te explotas y es la edad donde muchísima gente se vuelca en un deporte, ¿no? Pero anteriormente, 7, 8, 9, 10 años, ¿qué presencia tiene el parkour con estas edades?
Bueno, David.
David: Respondiendo un poquito a la pregunta que haces y un poquito a lo que mencionaste hace rato: por ejemplo, anteriormente, en mis tiempos —yo actualmente no practico, yo solo soy entrenador—, pero cuando yo entrenaba, la gente que entraba era adolescente, adulta. Era de, por pequeños, 14 años aproximadamente, a gente de 30–35 años.
Y era como meramente por la necesidad de pertenencia, de pertenecer a un grupo social, pasarla bien, divertirte, sin esa exigencia. Entonces era una actividad que, al menos en mi ciudad, era de gente adolescente-adulta.
Actualmente, en mi academia, la mayor parte de atletas que tenemos son niños y niñas. Yo creo que ahorita está por igual niños y niñas. El más chiquito tiene 5 años y la más grande de las niñas tiene, me parece, 14, de los grupos chiquitos.
Entonces como el promedio está entre los 9 y 10 años y son pocos los más grandes, que es, por ejemplo, está Paco, está Alexa, está Felipe, está Chris, que Chris tiene 15, Felipe 16, Paco 26, Alexa 21–22. Entonces son los más grandes.
Pero en su mayoría, y respondiendo un poquito a lo que comentabas hace rato, le da la oportunidad a personas que se dedican a emprender, a negocios y cosas así, a entrar de esta forma. Nosotros entramos como una academia que ofrece enseñar de forma segura el parkour.
No digo que aprenderlo en la calle sea inseguro, pero creo que lo que nos ayuda a nosotros un poquito es que tenemos piso de tatami, colchonetas, y para un papá es importante que su hijo o su hija pequeña pueda aprenderlo en un entorno un poquito más seguro para ellos.
Y, como recalco, no significa que aprenderlo en calle sea inseguro. Yo lo aprendí en calle, Paco lo aprendió en calle, la mayoría de las personas lo aprendieron en calle, pero a veces para que el papá, porque tú comentabas hace rato, el papá es el que va a decidir si se puede o no se puede.
Entonces, para que el papá a veces se convenza, sí es importante que las instalaciones lo convenzan, que el material lo convenza, que la preparación de los entrenadores lo convenza. Entonces, este tipo de cosas abre la puerta a personas como yo que podemos vivir de esto.
O incluso en tu caso, Fausto, ¿verdad?, que tienes la marca de ropa. Ahorita que me puse tu playera, yo digo “esa playera me usa para parkour”. Abriría la puerta también a personas que se dedican a este tipo de industrias: de ropa deportiva, de ropa ya sea de zapatillas, de tenis, zapatos, de magnesia —que utilizamos mucha magnesia—, abre muchísimo a que haya gente que se pueda acercar quizá para vivir también de eso.
Igual, por ejemplo, uno de mis amigos, que es licenciado en Cultura Física y Deporte, justo se metió a estudiar ahora ingeniería porque él es el que me diseña a mí, para el gimnasio, los obstáculos que uso en parkour. Entonces, a él siempre le gustó todo esto de trabajar con la madera, con el metal, cosas así, y tenía un gimnasio de gimnasia, pero decidió ahora que se ha dedicado a otro tipo de cosas que le apasiona más.
Entonces, también le abre la oportunidad a que él cree una marca de obstáculos para parkour, a que cree una marca de… pues da chance, ¿no? Da chance de que quizá yo no me dedico al deporte como tal, pero me gusta la carpintería y, curiosamente, veo que muchos gimnasios que hacen parkour tienen obstáculos en madera y yo les sé; me abre las puertas a un nuevo mercado.
Si yo me dedico a la herrería, me abre las puertas a un nuevo mercado por esas estructuras de tubos y todo. Si yo me dedico a trabajar, por ejemplo, en parkour utilizamos mucho la magnesia tanto en polvo como líquida; si alguien le sabe a eso, le abre la puerta. Si alguien se dedica a las prendas de vestir, le abre la puerta. Entonces creo que…
Daniel: También es muy fácil conectar con otras empresas porque aludimos a algo tan básico que es una persona, que desde la persona puedes enlazar a todo. Tú te dedicas a la madera y la madera tiene como más…
Fausto: Sí, cuando yo he hecho un comentario es porque en origen, con unas zapatillas es suficiente. La verdad es que hasta sin zapatillas. Es como Tarzán, que se movía antes.
Pero todo lo que he hecho en el comentario es que cuando antes he mencionado las instalaciones, digamos, municipales que puedo dar en la calle, que es un sector de desarrollo: madera, herrería y demás, como el mundo del skate, en su día no había instalaciones. No había fábrica de instalaciones, ni rampas ni demás.
Hoy, afortunadamente, existen porque también ha habido empresas que se han aventurado a hacer instalaciones en hormigón, otras en hierro, otras en madera, ¿sabes? Con lo cual han cubierto una necesidad, una demanda, que ha ido generada con la práctica de un deporte.
Entonces, lo que tú has comentado, claro, los módulos son importantes porque tienen que tener también unos criterios y unas características para que lo que uno practica le sea útil. O sea, entonces tienes que conocer tanto la ingeniería como las herramientas como las necesidades del público al que va dirigido, tanto si es para espacios privados como si es para espacios públicos, que es distinto.
Lo del textil, también, es más que todo porque, a lo mejor, tú has dicho antes “sensación de pertenencia”. Es una sensación de pertenencia a un estilo de vida determinado que dices “es que me gusta este estilo de vida, llámalo quien practica parkour, llámalo quien practica skate, llámalo quien practica BMX, quien practica patín”. Porque hay muchos puntos en común y entonces se genera una especie de comunidad donde cada uno, con su deporte, tú los puedes encontrar en espacios, en mismos espacios.
Daniel: Hay mucha sinergia entre la gente que está en la calle normalmente. Son muy cívicos. Como ya sueles estar en la calle, tener en cuenta si pasa tu compañero o no, suelen convivir bastante.
Fausto: Pues con esto vamos a por acabada esta reunión, entrevista y encuentro y esperamos que la siguiente, el próximo año, la próxima FISE, nos encontremos de nuevo.
Paco: Y dejad en comentarios cómo veis vosotros el parkour. O sea, tampoco vamos a estar aquí… a ver si nuestra comunidad de parkour hace ruido ahí en los comentarios. Que tanta rueda, tanta rueda, hombre.
David: Muy bien. Y aparte creo que invitar a las personas a probarlo, porque hay muchas personas que no lo prueban porque piensan que es una actividad muy riesgosa o que no tienen la habilidad.